jueves, 12 de febrero de 2009

El viajero


Después de un duro camino, había llegado por fin a la frontera que tantas veces había observado desde su ciudad, escondido en las calles y mezclado entre la gente, como temiendo que la frontera lo viese a él. Una vez arriba, se volvió para ver lo que había dejado atrás, esta vez orgulloso, dejando que la ciudad lo viese, si quería. Aunque nó sabía muy bien qué es lo que había al otro lado de la frontera, la curiosidad le llevó a aventurarse fuera de los límites de su mundo. Ahora que había llegado, sabía que detrás nó dejaba nada importante, y le esperaba por delante un nuevo camino. Sin embargo, la idea nó le entusiasmó como esperaba, al contrario, sintió más frío que en el llano y se preguntó si lo que le quedaba por recorrer sería un viaje aún más duro y solitario; se asustó un poquito. Sabía que la siguiente vía nó estaría asfaltada, aunque de seguro tendría otras ventajas aún por descubrir. Entre tantas dudas, el cielo se cerró de nubés y el viento decidió dar un golpe al viajero, para espabilarle, y éste volvió de nuevo la mirada hacia la ciudad. Allí el cielo estaba claro y el viajero pensó:

De momento regreso al llano.




"Ningú és més esclau que aquell
que falsament es creu lliure"
Goethe

2 comentarios:

R-que-R dijo...

¡Venga venga! Caña a este blog que os lo estais currando. Lo poco que falta es más publicidad.

lacasitos_magikos13 dijo...

Muy buen texto si!!
Venga un besazo burguiñoo!! ;)