lunes, 4 de enero de 2010

Plazas gastadas


En la sociedad del consumo de seres vivos enlatados ¿qué importan cuatro ladrillos inertes? La oferta de viajes es extensa y podemos ir a casi qualquier lado sacando un billete en la estación mientras llega ese futuro tecno avanzado en el que sólo tendremos que pulsar un botón en el posabrazos del sillón. Viajamos velozmente, cómodamente, bonitamente, despreocupadamente,

sólo algunos añorándote mente.

A los grafitis de tus tripas los llamaron murales, pero ahora quánto mejor serían unas paredes adornadas con metal extravagante y tan lejanas que ni valiese la pena adornarlas.

¿Qué será del reloj que en lo alto otea medio universo y un par de plazas gastadas? Abajo, viajeros sonríen y vagamundos sobreviven. Van paquí y pallá, pa ningún lao. Arriba, nuevos Gallarza y Jorge Vigón se frotan las manos: retirarán el cadáver todavía humeante y sin vacilar ocuparán su lugar e inaugurarán algo más bonito moderno luminoso automático y con temperatura constante de veinte grados centígrados,

pero qué frío será.

¿Quién sabe quánto aguantarás en pie? Somos los bichitos de tu intestino, sin los que nó puedes vivir, así que te portaste bien con nosotros incluso hoy, que te hemos traicionado y que hemos planeado tu muerte. ¿Pueden vivir los bichitos sin los intestinos? ¿Adónde viajamos tan velozmente sin ti?

¿Quién sabe quánto aguantaremos nosotros? Los bichitos que van a morir, te saludan. Oh, estación.

1 comentario:

lacasitos_magikos13 dijo...

abortivo..hacia que no pasaba por aquí no? sigues igual de artista o que? que sepas que se te echa en falta, putón pherbenero. jum! indignada hallo me... jajjja
a cuidarse putativo, espero que sigas dando mucha guerra y metiendote en jaleos eh, porque sino tendré que hacerlo yo por vos! muackkk